La -terrible- crisis de los ¿29?
- Abner Vélez Ortiz
- Apr 25, 2017
- 4 min read
Parecerá mentira pero creo que estoy entrando en la crisis de los 29, esa crisis cumpleañera que año con año todos queremos evitar.
Estoy a unos días de celebrar mi cumpleaños #29 y pues nada. Ver ese número me hace pensar que ya no soy ese escuincle baboso que era hace... ¿nueve años? En ese entonces moría por comerme el mundo de un solo bocado, hoy a veces lo único que quiero es que paren el mundo y simplemente, bajarme.
No estoy en depresión
Estar bajoneado por ser ruco no es malo... o eso supongo. Creo, y lo sé muy bien, que estoy en esa magnífica edad en la que uno vive su juventud con singular alegría. Tengo un trabajo que amo y, aunque a veces no parezca, disfruto muchísimo -de alguna manera es un sueño hecho realidad-; vivo solo, lo cual es increíble -aquí no vale la hora de lavar ropa, trastes, planchar y hacer limpieza- y esta parte de ser responsable de mi mismo con mis propias fuerzas está rico, sin contar que, además, no rindo cuentas de qué hago y dónde ando (aunque sí me reporto de vez en vez).
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He de aceptar que no estoy donde quería estar a los 29, pero después de la crisis -compartida- del año pasado que partió en dos mi vida, me percaté de que no necesito muchas de las cosas que quería tener/hacer. Descubrí que en efecto, Dios se burla de nuestros planes y que, tal como dice Su palabra, todo tiene un tiempo definido debajo de los cielos... y aún mucho de eso que queremos es vanidad (¡aiñ!).
De alguna manera viví muchos años con esta idea de "vive rápido, muere joven", y no porque realmente quisiera morir chavo. Creo, y sé que, hay muchas emociones, sensaciones, sabores y colores que tiene el mundo y quise experimentar, y lo hice... ¡y lo disfruté! ¿Me arrepiento?, ¡naaah!, o bueno, no de todas. Estas experiencias me hicieron ser quien soy hoy. Me enseñaron a conocerme, a disfrutar-me y a vivir el mundo con todos sus matices.
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Sí, muchas de estas me hicieron daño porque o abusé de ellas o abusaron de mi. Entendí que amar a la persona equivocada duele; fallar, de la forma que sea y a quien sea, duele; que te den la espalda, duele; que las cosas no salgan como esperas, duele. Y sin embargo, sigo aquí. Aprendí y entendí que yo, Abner, poseo un arma especial que es como una bomba nuclear para mis emociones, y es que cuando me río, de ese gozo huyen las emociones negativas, y entonces, todo lo que es mío, especialmente mi alegría y paz, nadie puede arrebatármelo.
Lo he dicho varias veces en este mismo sitio: no es fácil, ni siquiera para un cristiano (pa' que no se crean los chismes... aunque eso sí, más llevadero sí). Se trata simplemente de vivir el día a día con su propio afán. Mirar siempre pa'lante y divertirse. ¿Va a doler?, ¡claro!, pero en cierto modo nosotros tenemos la capacidad de decidir cuánto queremos que se sienta el golpe... ¡sí, podemos hacerlo!.
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La terrible crisis de los 29 me da no porque realmente atraviese por una crisis, en realidad hay algo en mi que siempre me ha hecho detestar mi cumpleaños. Independientemente de la horrible fecha en la que decidí nacer, cada año me enfrento a un examen de conciencia para saber si estoy en donde un año antes me imaginé. Y sí, ya sé que acabo de decir que comencé a vivir más "relajado", pero una persona como yo no puede liberarse de ese estrés de perfección tan fácilmente. Tantos años de ser "piki" no se quitan de la noche a la mañana, pues.
Y si te lo preguntas -y a modo de respuesta para mi mismo-: no, no estoy donde esperaba, PEEEEEEERO, no tengo prisa porque sucedan, porque sé que tarde o temprano, simplemente sucederán. ¿Será que esta crisis entonces es por lo que sé que viene?, quizá. Pero tampoco tengo expectativas. Aunque es "sano" tenerlas, he decidido rechazar algunas y simplemente vivir al momento. Si creo en Dios, si creo ser una persona de fe, no me queda más que creer en mis convicciones, en mi palabra... en Dios, pues.
Entonces veré si es verdad que la crisis de los 30 es real o si en verdad los 30 son los nuevos 20. Mientras tanto, a dejar que todo fluya lo mejor que se pueda, mañana será otro día y este tendrá su propio afán. Tan cierto hoy como cuando fue escrito.
**PITUFRESAS**
- ¿Alguna vez han sentido celos? ¡Qué estúpido y qué humano sentimiento! Pero definitivamente hay gente a la que un rayo en la cabeza no le caería mal. (Y después una buena dosis de perdón... para ambos).
- Recién me hicieron una rápida pero increíble sesión de fotos. Les dejo una pequeña muestra:

- Hoy en "Abner es un ñoñazo": presenté mi examen de ingreso a la Maestría. No me pregunten cómo me fue porque ni yo lo sé. Tendré que ser paciente.
- Para celebrar mis 29 me debato entre una perforación, un tatuaje... ¡o los dos! ¿Qué dice el público?
- Algo que si me hace entrar en crisis es este ligero sobrepeso que me estoy cargando. Y me preocupa porque en su momento tuve problemas de salud... ¡odio ser gordo pero amo comer!
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