Me da esperanza
- Abner Vélez Ortiz
- Aug 21, 2017
- 5 min read
Me da esperanza ser parte de una generación que marcará un nuevo antes y después en la historia de la humanidad. Y a ti, ¿qué te da esperanza?
Estas últimas semanas en mi congregación se compartió una serie a la que titularon "Me da esperanza" y cuyo nombre ha causado mucho ruido en mi vida y en la forma en la que me veo y veo el mundo, especialmente ahora que parece que lo que menos tenemos es esperanza, ya sea de un mañana mejor o hasta de uno mismo.
Este desencanto generalizado me asusta un poco porque, de cierta manera pone sobre las mesa la radiografía de una sociedad quebrantada que camina por caminar, sin rumbo fijo y aún sobre sus propios sueños despedazados. Para mi, soñador empedernido, suena aterrador un escenario -mundial- en el que ya nadie busque cambiar la realidad por algo mejor y, peor aún, quienes buscan el mal, sigan ahí haciéndose cada vez más fuertes y, me atrevería a decirlo, poderosos.
¿Qué me da esperanza?
Contestar es complejo porque miro muchos escenarios del aquí y el ahora en mi vida y en la de quienes me rodean y en realidad el mundo entero.
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Dice el dicho que "el horno no está para bollos" y lo creo. Veo a mi país desolado, triste y sin esperanza. Impera sobre sus calles y su gente tanto rencor, odio y rechazo, y no entiendo quién o qué les/nos ha hecho tanto daño como para restarle importancia a la vida del vecino. Parece que nos enfrentáramos sin armas a un gigante y, no sé si sea orgullo o temor, somos incapaces de pedir ayuda.
"... y, a pesar de todo, me da esperanza creer que no todo está perdido."
Pienso, por ejemplo, en la reciente oleada de "terrorismo" impulsado -supuestamente- por Daesh (el inexistente "Estado Islámico") y la forma en la que la gente reacciona de forma racista y violenta en contra de la comunidad musulmana pese a que en repetidas ocasiones ellos mismos han dado la cara por esta gente fanática con Corán en mano para explicar que ni Mohamed ni Alah llaman a violencia y extremismo como el que aparentemente ya estamos acostumbrados.
Nuestra sociedad está tan dañada por todo y por todos -porque sí, también hemos puesto nuestro granito de arena-. Desde la religión hasta las ideas posmodernistas sin pies ni cabeza. Parece que para nosotros nunca es suficiente con nada y, aunque soy partidario de defender nuestras ideas -porque eso sí, montado en mi macho a mi nadie me mueve-, hay una delgada línea entre el respeto que se traduce en convivencia sana y, claro está, el extremismo que tiende a ser violento en pensamiento y obra.
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Y veo el mundo y, a pesar de todo, me da esperanza creer que no todo está perdido; y aunque siento que vivimos en una época en la que parece que ya no hay nada que hacer más que cuidar de uno mismo, me da esperanza nuestra capacidad de crear comunidad y tener todo en común. El reto es ponerlo en práctica -¡boom!-.
Me da esperanza que aún existan personas que, más allá de mirar por sus propios intereses, deciden tomar un liderazgo radical que no arrea, sino que desde atrás, empuja al resto del equipo. Padres y madres, hombres y mujeres, incluso niñas y niños que empoderan a otros y que cubren sus fallas con amor y palabras que devuelven el valor y la estima de la persona para volver a intentar las veces necesarias llegar a la meta.
Me da esperanza que existan aún un montón de soñadores radicales que creen que pueden cambiar el mundo y lo dicen sin malicia, sino que realmente creen en ellos y en su capacidad de ofrendar lo que son -y lo que saben- para alcanzar su misión de impactar a una sociedad desencantada para, quizá devolverles un poco de luz en medio de la oscuridad.

Me da esperanza aún y cómo están las cosas, aún exista gente que cree en el amor y ama incondicionalmente. De esos amantes a la antigua que deciden esperar y que cuando llega realmente, se entregan con todo. Que saben soportar, animar, consolar, jalar sí es necesario o empujar si hace falta. Amor de ese tipo dónde ser "cabrón" no tiene cabida.
Me da esperanza que haya gente que ama a México y que se duele por él y su gente. Que se organiza para ayudar más allá de ayudar con el cambio o "lo que sea su voluntad". Hombres y mujeres que se desprenden de su tiempo, objetos y dinero para velar por su prójimo sin esperar nada a cambio y completamente de corazón.
Por último, me da esperanza tener esperanza. Porque cuando nadie se fijó en mi, cuando estaba perdido y creí que no era nadie y no valía nada, Él me miró y me llamó por mi nombre. Me da esperanza sentirme amado por Dios y que pueda, de alguna manera, llevar a otros a conocerlo más allá de la imagen del viejito barbón y gruñón que nos han inculcado desde hace centurias. Y aunque he recibido críticas severas sobre quien soy hoy, estoy orgulloso de mí y de la persona en quien me he convertido, y sí, ¡me da esperanza saber que este proceso de cambio no acaba! (qué bueno que están súper al pendiente).
Tener esperanza es volver a creer, puede ser en Dios, en la tierra, en las personas o uno mismo. Es darse la oportunidad de apostar por algo que puede significar el fin de algo pero el inicio de una revolución a gran escala que pueda, verdaderamente, transformar el mundo sin necesidad de un nuevo orden mundial o lineamientos políticos y sociales. Me da esperanza de que en este pensamiento no marchó solo y, de alguna manera, en la bifurcación nos encontramos para conseguir el objetivo incluso respetando la diversidad del otro.
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Me da esperanza, estimado lector, que me leas y que, espero, reflexiones con estas palabras.
** Pinturas **
- Nunca me había sentido tan feliz y agradecido con Dios y la vida por estar con una familia como con la que convivo en Vereda. Sin duda, son cientos de oraciones contestadas y en ellas iba la mía.
- #MeDaEsperanza fincar sobre el testimonio de Josh Harder, mi nuevo héroe de la fe. I love you su much, Josh! Gracias por ser tú y decir "¡sí!".
- #MeDaEsperanza imaginar el empoderamiento de Rodol y Benny para los meses siguientes tanto en ellos como en los ministerios en los que colaboramos.
- Vienen cambios severos y rudos a mi vida, #MeDaEsperanza que sé que sé que Dios tiene el control y, aunque me da el bajón de momento, sé que todo resultará para bien.
- Neta, si tienen algo que decirme, ¡díganos! Es un tanto triste que usen redes anónimas como Saraha para soltar sus traumas contra mi. Les ofrezco una disculpa si los he ofendido y, sí de alguna manera puedo reparar mi error, sería increíble volver a iniciar de cero ... ¡aplica para todos!
!Ah!, y #MeDaEsperanza que me den una mano con los "Cuentos estúpidos de amores estúpídos", les dejo este video pa' que lo sigan rolando:
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